Vimos el desfile abanico en mano por gentileza de la firma,sonando de fondo la música de los años setenta ya que la colección llevaba por nombre Sweet Years .
El toque retro lo aportaron los estampados,dignos de los años que inspiraron la colección,flores diluidas en distintos tamaños,rayas anchas,topos irregulares.
Prendas que a través de aberturas y transparencias, se entrelazaban con la asimetría en un juego que deja al descubierto la belleza del cuerpo femenino.
La gama de colores ha sido escogida para dar vitalidad, armonía y optimismo. Naranjas, fresas,pistachos y azules profundos.
Prendas que complementaban los bañadores combinadas con los mismos tonos.
Los colores se fueron alternando con la elegancia bohemia del negro, en modelos tan sugestivos como el de la imagen.
Al final junto con las modelos, Guillermina Baeza y su hija Belén Larruy recibieron el merecido aplauso del público para celebrar un desfile con la clase y el estilo que siempre ha distinguido esta firma.
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