Por segundo año Inmaculada García ha presentado en la pasarela Gaudí Novias su colección, esta vez de líneas con un aire neo-vintage, rica en acabados y detalles con mucho romanticismo evocando lo antiguo fusionado con lo moderno.
Cabe destacar la importancia que ha dado a las espaldas de los modelos, remarcando también la cintura y los talles bajos,de trata pues de una colección muy femenina, elegante y sofisticada.
La buena calidad de los tejidos y la rica selección de ellos, hacen que las prendas tengan un sello especial ya sea en los vestidos de fiesta, como los de novia, los guipures franceses, gasas y organzas entrelazadas con tules con motivos de pasamanería, flecos y redes marcan los detalles de la colección.
Se han cubierto un poco los escotes de la novia con canesús velados, pequeñas mangas, cuellos halter, espaldas de tul abotonadas hasta el cuello, cambiando un poco el registro del vestido de novia con escote "palabra de honor".
Los colores dominantes son el crudo y marfil, ya que al utilizar tejidos con reminiscencias antiguas estos tonos marcan la época, como novedad el color nacarado que dan las perlas.
En cuanto a los complementos Inmaculada García diseña una línea de tocados para que haya unidad con el vestido, combinando plumas, perlas o elementos de Swarovski, entre otros detalles.
En la foto Inmaculada García con un grupo de modelos al acabar el desfile, en el Photocall de la Pasarela Gaudí.
Pero este año la gran novedad en cuanto a estructura empresarial es la división del área de fabricación con la de la venta al público, por este motivo justo al acabar el desfile se inauguró la boutique-showroom en Barcelona, Gran de Gràcia 9, frente al Hotel Fuster, en un edificio de estilo Modernista, espacio con dos niveles y patio posterior, con decoración austera pero con grandes detalles como las arañas del techo o los grandes espejos de los probadores con sus sala.Uno de los espacios de la planta inferior estaba acondicionado como camerino de maquillaje y peluquería para dar a la novia el estilismo adecuado con el vestido elegido.
La sorpresa fue el pastel del día de la inauguración, un verdadero trabajo de artesanía, formado por un vestido de novia elaborado con las arrugas y texturas propias como si de un auténtico tejido se tratara, firmado por Fina Frontado con sus denominados pasteles finos.
www.inmaculadagarcia.com
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